Evaluación de la Estrategia Sanitaria Argentina frente al Nuevo Coronavirus (SARS-CoV-2)
Por Agustín Almada
El 20 de marzo de 2020 el Presidente Alberto Fernández firmó el Decreto 297/2020, de “Aislamiento Social Preventivo y Obligatorio”, para hacer frente a la amenaza del Coronavirus (SARS-CoV-2). En la semana que precedió al establecimiento de la “cuarentena” se registraron 11 casos por día en promedio. Transcurridos 5 meses y medio de aislamiento, en los primeros días de septiembre, el promedio de casos diarios supera los 10.000. ¡Se multiplicaron más de 900 veces! Las muertes sobrepasan las 200 por día. Argentina se coloca en los primeros puestos de la luctuosa estadística de la pandemia. ¿Qué salió mal? ¿La gente no cumplió la cuarentena? ¿O el problema fue la falta testeos?
En este artículo intentaremos responder exhaustivamente estas preguntas, basándonos en datos, poniendo la coyuntura sanitaria argentina en contexto.
Índice de Contenidos
1. Mortalidad del SARS-CoV-2 en Argentina
2. Letalidad del SARS-CoV-2 en Argentina: datos oficiales y estimaciones de letalidad efectiva
3. Algunas reflexiones adicionales sobre mortalidad y letalidad del SARS-CoV-2
4. La estrategia epidemiológica recomendada por la OMS en marzo de 2020: testeo, rastreo y aislamiento de los infectados. La “cuarentena” sola no alcanza.
5. Argentina: Una “cuarentena” extensa y muy estricta de iure
6. Argentina: Una “cuarentena” larga y de alto cumplimiento efectivo por parte de la población
7. Argentina: Muy pocos testeos, muchos menos que los que la OMS recomienda
8. Argentina: Resultados epidemiológicos muy pobres en la comparación internacional
9. Los costos económicos y sociales de la “cuarentena” argentina: caída de actividad económica, destrucción de empleo e incremento de la pobreza
9.1. Efecto de la “cuarentena” sobre la actividad económica
9.2. Efecto de la “cuarentena” sobre el empleo registrado
9.3. Efecto de la “cuarentena” sobre la tasa de la pobreza
Fuentes de Información Primaria
1. Mortalidad del SARS-CoV-2 en Argentina.
Según datos del Ministerio de Salud de la Nación, actualizados al 06/09/2020, se produjeron en Argentina un total de 9.859 defunciones por COVID-19, enfermedad provocada por el virus SARS-CoV-2. Teniendo en cuenta que el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (Indec) estima que la población Argentina en 2020 ascendería a 45.376.763 habitantes, la tasa de mortalidad por SARS-CoV-2, definida como el cociente entre defunciones atribuidas a esta enfermedad y población total, sería del 0,02%.
Para poner esa tasa de mortalidad en contexto, consideremos que en Argentina, durante 2018 (último año para el cual el Ministerio de Salud ha publicado estadísticas vitales) se produjeron en total 336.823 defunciones. Esto implica una tasa de mortalidad total del 0,76% de la población. Además, al menos 46.673 defunciones ocurridas en 2018 son atribuibles al virus influenza y a otras infecciones respiratorias. Ese último número implica una mortalidad por infecciones y afecciones respiratorias del 0,10% en 2018, 5 veces superior a la mortalidad total acumulada, hasta el momento, a causa del virus SARS-CoV-2.
Los datos oficiales al 06/09/2020 muestran que, a 5 meses y medio de la firma del Decreto 297/2020 de «AISLAMIENTO SOCIAL PREVENTIVO Y OBLIGATORIO”, las muertes atribuidas al SARS-CoV-2 equivalen, por el momento, al 21% de las muertes que en un año normal son provocadas por las diversas infecciones respiratorias.
2. Letalidad del SARS-CoV-2 en Argentina: datos oficiales y estimaciones de letalidad efectiva.
Las estadísticas oficiales del Ministerio de Salud, indican que al 06/09/2020 se confirmaron 478.792 casos de COVID-19 en el país. Dado que las defunciones totales oficialmente atribuidas a COVID-19 sumaron hasta esa fecha 9.859, la letalidad de la enfermedad sería del 2,02%. La letalidad se define como el cociente entre defunciones atribuidas a una enfermedad y número total de afectados por la misma. En el caso del SARS-CoV-2 en Argentina, la letalidad podría trepar un poco más, hasta 2,75%, si se circunscribe el análisis a los casos oficialmente confirmados que tuvieron un desenlace clínico: pacientes que fueron dados de alta o que fallecieron. En ese último porcentaje se excluyen del cómputo de letalidad los casos activos.
Pero las tasas de letalidad oficiales, mencionadas en el párrafo anterior, constituyen el extremo superior absoluto de las tasas de letalidad efectiva estimadas por los especialistas. ¿Por qué? Ocurre que en Argentina, y lo mismo se ha documentado en el resto del mundo, la ausencia de un sistema de testeo y rastreo exhaustivo determina que la mayoría de las infecciones por virus SARS-CoV-2 nunca ingresen en el registro oficial. Según estimaciones preliminares del Ministerio de Salud de la Ciudad de Buenos Aires, basándose en estudios de seroprevalencia de anticuerpos en la población, por cada caso oficialmente registrado existirían 9 o 10 casos más que nunca fueron documentados.
«Estamos en el orden de los 50.000 casos confirmados por PCR, pero estimamos que por cada uno documentado podrían ser hasta 10 más, por los leves y asintomáticos. Si fueran 500.000, significaría que casi un 17% de la población ya se habría contagiado. Hay estudios que indican que con entre el 12% y el 20% de contagios ya se empieza a dar la inmunidad comunitaria», explicó una fuente del Gobierno porteño. (Diario Clarín, 24/07/2020)
En los próximos días debiera conocerse el resultado de un estudio sistemático, anunciado por el Ministerio de Salud de la Ciudad de Buenos Aires a fines de julio de 2020, orientado a conocer, con mayor precisión, el porcentaje de la población del distrito que ha desarrollado inmunidad específica al SARS-CoV-2. Pero la evidencia recabada hasta ahora en el medio local mostraría que 9 de cada 10 contagiados (90%) cursan la infección con síntomas leves o sin sintomatología. Solo 1 de cada 10 (10%) es detectado oficialmente como infectado por el sistema de salud, y sobre ese 10%, un 2% a 3% tiene un desenlace fatal, 0,2% a 0,3% de los contagiados efectivos. Esto ubicaría la letalidad del SARS-CoV-2 en el entorno del 0,2% a 0,3%, 2 a 3 veces superior a la de la gripe estacional (0,1%), pero 10 veces inferior a la reportada por la OMS en marzo de 2020.
Si las estimaciones del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires fueran correctas, la letalidad del SARS-CoV-2 en Argentina descendería por debajo del 0,3%. 10 veces menor a la que se suponía que producía en marzo de 2020, cuando se firmó el primer decreto de “aislamiento social preventivo y obligatorio”.
3. Algunas reflexiones adicionales sobre mortalidad y letalidad del SARS-CoV-2.
Presentamos ahora algunas reflexiones adicionales sobre las tasas de letalidad del SARS-CoV-2. Antes que nada, cabe remarcar que la letalidad de las infecciones virales depende de una multiplicidad factores. No se trata de un valor constante en todo tiempo y lugar. En el caso de la infección por el nuevo coronavirus, algunos de los factores que incrementan la probabilidad de que un individuo desarrolle un cuadro severo y muera son: edad avanzada (70 años o más), presencia de patologías preexistentes (comorbilidades), inóculo inicial grande (exposición inicial a una gran cantidad de particulas virales), entre otras.
En la tabla bajo este párrafo puede advertirse que la distribución por rango etario de las muertes asociadas a la COVID-19 en Argentina (año 2020) es similar a la distribución por rango etario de las defunciones totales registradas en el país para el año 2018, último período para el que el Ministerio de Salud publicó estadísticas vitales completas. 38% de las muertes atribuidas al SARS-CoV-2 en Argentina corresponden a mayores de 80 años de edad, aún cuando solo representan el 3% de la población total, según proyecciones de Indec. Atento a las estadísticas oficiales de defunciones asociadas al nuevo coronavirus, y a las proyecciones oficiales de población por rango etario, la mortalidad de los mayores de 70 años es 78,8 veces superior a la de los adultos de 20 a 39 años. Los adultos de 20 a 39 años representan el 30% de la población pero solo el 3% de las muertes registradas. Los adultos mayores de 70 años suman el 8% de la población, pero concentran el 62% de las muertes asociadas al virus SARS-CoV-2.
Como mencionamos antes, la presencia de patologías preexistentes (comorbilidades) incrementa la probabilidad de sufrir una infección severa y morir por COVID-19. Este factor adicional explica la extraordinariamente alta mortalidad entre individuos de edad avanzada. Está científicamente establecido que la incidencia de enfermedades crónicas se incrementa dramáticamente con la edad. La mayoría de los pacientes con patologías crónicas tienen más de 65 años, en tanto que -en Argentina- solo representan el 12% de la población.
Un reporte presentado el 20 de marzo de 2020 por el “Istituto Superiore di Sanità”, agencia de investigación científico-técnica dependiente del Servicio Nacional de Salud italiano, determinó que solo el 1,2% de los pacientes fallecidos por SARS-CoV-2 no presentaban ninguna patología previa. El 23,5% presentaba 1 patología preexistente, mientras que el 26,6% tenía 2 enfermedades previas y el 48,6% remanente acumulaba 3 comorbilidades.
Completamos esta enumeración, no exhaustiva, de variables correlacionadas con la letalidad de la infección por SARS-CoV-2, mencionando un fenómeno que no recibe la atención que merece: la relevancia de la magnitud de la exposición inicial al virus. Se ha constatado, a través de modelos animales de infección respiratoria viral, que el tamaño del inóculo inicial influye de manera estadísticamente significativa sobre la letalidad de la infección resultante. En una investigación publicada en 2013, se observó que la inoculación de idéntica cepa de influenza A, sobre grupos de ratones, conducía a resultados clínicamente muy diferentes en función de la dosis aplicada. Ratones infectados con 25 microlitros de inóculo de influenza A se recuperaban rápidamente. En cambio, los grupos de ratones inoculados con dosis iniciales de 35 microlitros y 50 microlitros sufrieron un marcado incremento de la letalidad de la infección.
Los factores mencionados (edad de la población, patologías preexistentes, magnitud de la exposición inicial al virus), sumados a otros tales como las características socio-ambientales o el despliegue de un sistema de testeo, rastreo, aislamiento y tratamiento temprano de los individuos infectados, contribuyen a explicar las grandes diferencias observadas, internacional y regionalmente, en la morbilidad y mortalidad asociadas a la COVID-19.
4. La estrategia epidemiológica recomendada por la OMS en marzo de 2020: testeo, rastreo y aislamiento de los infectados. La “cuarentena” sola no alcanza.
El 22 de marzo de 2020, el Dr. Michael Ryan, Director Ejecutivo del Programa de Emergencias de Salud de la Organización Mundial de la Salud (OMS), envió un mensaje taxativo a los gobiernos del mundo: las «cuarentenas” no son suficientes para vencer la epidemia de coronavirus. Según la agencia Reuters, Ryan declaró en conferencia de prensa que ”lo que necesitamos realmente es enfocarnos en encontrar a los infectados, los que tienen el virus, y aislarlos, encontrar a sus contactos y aislarlos”.
El Dr. Ryan expresó en esa ocasión honda preocupación porque algunos gobiernos estaban depositando excesiva confianza en la imposición de normas de restricción general de movimiento y cierres de la economía (lock-downs), sin complementar esas medidas de emergencia con un adecuado sistema de testeo, rastreo y aislamiento de infectados. Según el funcionario, sin ese sistema no sería posible cortar la cadena de contagios, y la epidemia continuaría su difusión. En la misma conferencia, Ryan advirtió que esperar que una vacuna efectiva estuviera disponible en pocos meses era otro error.
5. Argentina: una “cuarentena” extensa y muy estricta de iure.
El de Argentina fue uno de aquellos gobiernos, aludidos por el Dr. Michael Ryan de la OMS, que depositaron excesiva confianza en la imposición de “cuarentenas” generales (lock-downs). Por medio de sucesivos decretos de “aislamiento social preventivo y obligatorio”, el primero de los cuales entró en vigencia el 20 de marzo, impuso a su población restricciones generalizadas de tránsito, trabajo y comercio, que de iure revistan entre las más estrictas del mundo.
La Universidad de Oxford ha elaborado un Índice de Rigurosidad de iure de la Respuesta Gubernamental frente a la pandemia de Covid19. Ese índice sintético busca reflejar cuán estrictas son las medidas de aislamiento social y restricciones al tránsito, trabajo y comercio que aplican los gobiernos. Considerando datos del 25 de agosto, con 87,96 puntos sobre 100, Argentina se posicionó en el 4° puesto mundial en el índice de rigurosidad de iure de las restricciones de movimiento. El país quedó solo detrás de Eritrea, Irak y El Salvador, y por delante de Libia, Colombia y Guatemala.
Índice de Rigurosidad de iure de la Respuesta Gubernamental (Universidad de Oxford)
En el gráfico anterior puede compararse la evolución del Índice de Rigurosidad elaborado por la Universidad de Oxford, tomando en cuenta, además de la Argentina, la dureza de la “cuarentena” en otros estados soberanos relevantes. Incluimos a Chile y Uruguay por ser países limítrofes. España, Italia y Suecia se agregan por haber constituido referencias o puntos de comparación en la respuesta dada por el gobierno argentino frente a la epidemia. Finalmente, Vietnam y Corea del Sur, constituyen casos de éxito en el control de la epidemia, en términos de baja proporción de infectados y muertos. Son, ejemplos de estados que, con máxima proximidad al origen de la pandemia (Wuhan, China), reaccionaron de manera efectiva, apoyándose en una estrategia de testeo sistematizado.
Conclusión: la “cuarentena” general (lock-down) aplicada en Argentina es una de las más extensas y más estrictas del mundo, al menos de iure.
6. Argentina: Una “cuarentena” larga y de alto cumplimiento efectivo por parte de la población.
El 12 de agosto de 2020, el Dr. Alberto Fernández sostuvo, durante un anuncio de extensión del “aislamiento social preventivo y obligatorio”, que de facto la “cuarentena” no existía más. Textualmente el Presidente dijo: “La actividad se ha liberado en gran medida, que me sigan hablando de cuarentena es algo que me asombra”. En contra de estas afirmaciones, los datos de movilidad global que la empresa multinacional Google recopila a través de miles de millones de dispositivos móviles en todo el mundo, demuestran que las restricciones de movimiento en Argentina se mantenían, en los hechos, en plena vigencia.
El 17 de agosto de 2020, Google reportó que los cambios en la movilidad respecto del período previo a la pandemia continuaban siendo muy significativos:
- Movilidad en zonas comerciales y de recreación: -67%
- Movilidad en supermercados y farmacias: -39%
- Movilidad en parques y plazas: -67%
- Movilidad en nodos de transporte: -65%
- Movilidad en lugares de trabajo: -60%
- Movilidad en zonas de residencia: +21%
Tendencias de Movilidad Google en Argentina, ¿Cómo cambió la concurrencia de público a las diferentes zonas de las ciudades? (comerciales y de recreación, supermercados y farmacias, parques y plazas, nodos de transporte, lugares de trabajo, residenciales)
En el grafo presentado a continuación, se aprecia que la restricción efectiva al movimiento de las personas ha sido, en Argentina, temporalmente más extendida y cuantitativamente más profunda que en la mayoría de los países de la muestra reducida que seleccionamos: Argentina, Chile, Uruguay, España, Italia, Suecia, Corea del Sur y Vietnam. Dentro de esta selección de países, solamente Chile exhibe reducciones en el movimiento efectivo de la población similares a las observadas en nuestro país.
La comparación internacional general, siempre según datos de movilidad del 17 de agosto de 2020, ubicaba a Argentina en el 8° puesto mundial, entre los países con mayores reducciones de movilidad en zonas comerciales y de recreación.
Tendencias de Movilidad Google, ¿Cómo cambió en los distintos países el número de visitantes a zonas comerciales y de recreación desde el inicio de la pandemia?
Conclusión: la “cuarentena” general de Argentina es una de las más extensas y más estrictas del mundo, y no solamente de iure. Los datos de movilidad capturados por Google demuestran que, en la práctica, las restricciones de tránsito, trabajo y comercio en Argentina están entre las más intensas del mundo
7. Argentina: Muy pocos testeos, muchos menos que los recomendados por la OMS.
Como se mencionó en la sección 4 de este artículo, la Organización Mundial de la Salud (OMS), a través del Director Ejecutivo del Programa de Emergencias de Salud, Dr. Michael Ryan, recomendó el 22 de marzo de 2020 que los países miembros de la organización pusieran en funcionamiento una amplia estructura de detección y aislamiento de infectados por SARS-Cov2.
El 12 de mayo de 2020, la OMS publicó un documento crucial titulado “Public health criteria to adjust public health and social measures in the context of COVID-19” (Criterios de salud pública para la calibración correcta de las medidas sanitarias y sociales en el contexto del Covid-19).
En ese documento la OMS recomienda a los países miembros constituir un sistema público de vigilancia epidemiológica que esté en condiciones de detectar y aislar los casos activos, y sus contactos, para cortar la cadena de contagios. La OMS especifica en él que “los países debe tener suficiente capacidad de laboratorio y una estrategia de testeo clara que permita una identificación confiable y rápida de los casos”.
¿Qué se interpreta por “suficiente capacidad de laboratorio” en este contexto? La OMS establece que las autoridades sanitarias nacionales deben apuntar a que el porcentaje de positividad de las pruebas de laboratorio de infección por SARS-Cov2 se mantengan por debajo del 5%. Si, y solo si, menos del 5% de los testeos arrojan resultado positivo puede considerarse que la epidemia está siendo adecuadamente controlada. Está implícito en esa recomendación que, para controlar la propagación del SARS-Cov2 las autoridades sanitarias deben incrementar el testeo hasta que menos de 1 de cada 20 pruebas arrojen resultado positivo (infección confirmada).
¿Cómo se comportó la positividad de los testeos por SARS-CoV-2 en Argentina?
Según datos de la Universidad de Oxford, el porcentaje de positividad de pruebas de laboratorio de SARS-CoV-2 en Argentina siempre fue superior al 5%, máximo recomendado por la OMS. La positividad se ha incrementado ininterrumpidamente desde mayo, alcanzando el 5 de septiembre, último dato disponible, ¡60,2%! Argentina se posiciona en el 1° puesto mundial en positividad de los testeos realizados. Más claro: Argentina es el país que peor testea en el mundo.
COVID-19: Porcentaje de testeos positivos por país (media móvil 7 días, Uni. de Oxford)
COVID-19: Porcentaje de testeos positivos por país (media móvil 7 días, Mapamundi)
Conclusión: A la luz del criterio de vigilancia epidemiológica propuesto por la Organización Mundial de la Salud (OMS), y de los datos oficiales, las autoridades sanitarias nacionales de Argentina han realizado un pésimo trabajo en su indelegable tarea de implementar un sistema público de testeo, rastreo y aislamiento de infectados.
Argentina se mantuvo, a lo largo de la pandemia, entre los países con menores tasas de testeo por millón de habitantes. Al 5 de septiembre, con 5 meses y medio continuados de “aislamiento social preventivo y obligatorio”, ese sistema de vigilancia epidemiológica atraviesa su momento más deficitario: 60,2% de las pruebas de laboratorio arrojan resultado positivo. Para lograr bajar ese ratio al porcentaje máximo recomendado por la OMS, los testeos a nivel nacional debieran incrementarse al menos 12 veces.
8. Argentina: Resultados epidemiológicos muy pobres en la comparación internacional.
El 20 de marzo de 2020 (hace 5 meses y medio), el Poder Ejecutivo Nacional puso en vigor el Decreto 297/2020 de “Aislamiento Social Preventivo y Obligatorio”. En el período de 7 días previo a aquella primer jornada de “cuarentena”, 13 al 19 de marzo de 2020, el promedio de casos diarios registrados de SARS-Cov2 fue de 11 (0,25 casos por millón de habitantes). La positividad media de las pruebas de laboratorio realizadas en ese mismo lapso, de siete días, ascendía al 10,3%. 5 meses y medio después, en los 7 días que preceden al 6 de septiembre, se reportaron en promedio 9.980 casos diarios (221 contagios por millón de habitantes). ¡El número de contagios semanales creció 883 veces! ¿Qué se hizo mal?
Como se demostró en las secciones 5 y 6 de la presente investigación, las restricciones de tránsito, trabajo y comercio establecidas por el Decreto 297/2020 figuran entre las más duras del mundo, no solo de iure, si no también de hecho. Así lo atestiguan las estadísticas de movilidad de Google. La sociedad observó uno de los aislamientos más extremos del mundo. De modo que no puede decirse que “faltó cuarentena”, la misma fue llevada hasta los límites de lo humana y constitucionalmente posible. Y tal vez más allá.
Lo que sí sabemos, como lo confirman los datos empíricos expuestos en la sección 7, es que las autoridades sanitarias nacionales, encabezadas por el Ministro de Salud de la Nación Ginés Mario González García, desempeñaron una pobre tarea en su responsabilidad indelegable de poner en funcionamiento “un sistema público de vigilancia epidemiológica que esté en condiciones de detectar y aislar los casos activos”. Dicha premisa fue oficializada por la Organización Mundial de la Salud en el documento definitivo del 12 de mayo de 2020.
¿Cuán pobres son los resultados epidemiológicos de Argentina?
Paupérrimos. En los 7 días previos a la entrada en vigor del Decreto 297/2020 de “Aislamiento Social Preventivo y Obligatorio”, Argentina totalizó un promedio 0,25 casos de SARS-Cov2 por millón de habitantes. El promedio mundial durante aquel intervalo de 7 días fue de 1,76 casos por millón de habitantes, 7 veces mayor al de Argentina. ¿Cuáles son los valores de esa variable 5 meses y medio después? Entre el 31 de agosto y el 6 de septiembre, Argentina promedió, 221 casos diarios por millón de habitantes, mientras el mundo sumó 34 casos diarios por millón en mismo lapso. Lo que era una situación 7 veces mejor al promedio mundial se convirtió en un escenario 6 veces más desfavorable que el que se presenta a nivel global. Los números hablan por sí solos, es un fracaso en toda la línea.
COVID-19, Nuevos casos diarios confirmados por millón de habitantes: Argentina vs. Total Mundial (media móvil 7 días, Universidad de Oxford)
9. Los costos económicos y sociales de la “cuarentena” argentina: caída de actividad económica, destrucción de empleo e incremento de la pobreza.
9.1. Efecto de la “cuarentena” sobre la actividad económica.
Puede que la “cuarentena”, las restricciones al tránsito, el trabajo y el comercio impuestas a la población argentina por el decreto 297/2020 de “aislamiento social preventivo y obligatorio”, haya sido incapaz de aplanar la curva epidemiológica de casos de COVID-19. Pero la “cuarentena” sí fue capaz de aplastar otra curva: la de actividad económica.
En abril de 2020 el estimador mensual de actividad económica anotó la mayor baja interanual de la serie histórica: -26%. Considerando los primeros 3 meses de cuarentena, abril-junio, el descenso fue del -20% anual, en tanto que los primeros 6 meses de 2020 en conjunto acumularon una caída de -13%. Menos actividad económica son menos ingresos para los argentinos: menos ventas, menos salarios, menos pago de impuestos, menos trabajo, y más pobreza. Las consecuencias de haber privilegiado la salud por sobre la economía, y haber fracasado en los 2 frentes, no se agotan en “el excel de los economistas”.
Estimador Mensual de Actividad Económica (EMAE desestac., 2004=100): 2004-2020
9.2. Efecto de la “cuarentena” sobre el empleo registrado.
El Boletín de Seguridad Social de AFIP informó que en Junio de 2020 el número de trabajadores cotizantes del Sistema Integrado Previsional Argentino (SIPA), registró una baja del -14,5% en los 12 meses previos. Esto significa que 1,26 millones de trabajadores, que habían recibido a través de sus empleadores (o realizado por sí mismos en el caso de autónomos y monotributistas) el pago de sus aportes previsionales en junio de 2019, no lo pudieron hacer en junio de este año.
Del desglose de ese total, surge que en 12 meses cayó en -1,19 millones (-20,0%) el número de empleados en relación de dependencia para los que se registró el pago de aportes y contribuciones previsionales. La cantidad de autónomos cotizantes también descendió, un -16,7%. Ese porcentaje representa casi 165 mil autónomos menos en el registro oficial. En contrapartida, AFIP reportó que, entre junio de 2020 y junio de 2019, se sumaron cerca de 87 mil monotributistas a los registros oficiales. Una suba del +4,8%. El saldo es, de todos modos, extremadamente desfavorable. En junio de 2020 el número de empresas empleadoras declinó -3.7% respecto de mismo mes de 2019 (19,968 empleadores menos). En tanto que el Observatorio de la Deuda Social Argentina de la UCA estima que hay 1 millón de nuevos desempleados desde el inicio de la “cuarentena”, considerando tanto trabajadores formales como aquellos que encuentran en la informalidad.
Trabajadores Cotizantes Sistema Integrado Previsional Argentino: 2003-2020 (mill.)
9.3. Efecto de la “cuarentena” sobre la tasa de la pobreza.
El Dr. en Economía Martín Rozada, profesor de la UTDT, publica mensualmente una estimación coincidental (“nowcast”) de la incidencia de la pobreza en Argentina. Sus “nowcasts” buscan adelantarse a las estadísticas oficiales de Indec, que adolecen de un rezago no menor a 6 meses.
La estimación correspondiente al semestre febrero-julio 2020 arroja una pobreza del 41%, 5% superior al valor estimado al inicio de la cuarentena. En la comparación contra mismo período de 2019 la incidencia de la pobreza habría aumentado 6%.
Estimación Coincidental (“Nowcast”) de Incidencia de la Pobreza: 2016-2020
Fuentes de Información Primaria
- Datos Abiertos del Ministerio de Salud: COVID-19
- Datos Abiertos del Ministerio de Salud: Estadísticas Vitales
- Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (Indec): Proyecciones y estimaciones de población
- University of Oxford: Coronavirus Government Response Tracker
- Google: Informes de Movilidad Local sobre el Covid-19
- University of Oxford: “Google Mobility Trends: How has the pandemic changed the movement of people around the world?”
- World Health Organization: Public health criteria to adjust public health and social measures in the context of COVID-19
- University of Oxford: Coronavirus (COVID-19) Testing
- University of Oxford: Coronavirus Pandemic (COVID-19)
- Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (Indec): Estimador mensual de actividad
- Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP): Boletín Anual de Seguridad Social
- Estimación de Incidencia de Pobreza del Dr. en Economía Martín Rozada